viernes, 4 de mayo de 2012

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Con sumo agradecimiento manifestamos que el reconocido Portal taurino español http://www.elalberotoro.com ha difundo el Debate Taurino "Tan Odiada y Amada: Debatimos sobre la Fiesta Brava" en su dirección. Una forma de dar a conocer a escala internacional nuestro iniciativa y proyecto. Nuestro más sincero saludo. 
ATENCIÓN: INTEGRANTES EQUIPOS DEBATE TAURINO


DEFENSA DE LA FIESTA BRAVA:
  • Doctor Jorge Enrique Manrique Grisales: Docente del Departamento de Comunicación y Lenguaje de la Pontificia Universidad Javeriana Cali. Comunicador Social. Periodista de la Universidad La Sabana de Bogotá, magíster en Tecnologías de la información aplicadas a la educación, especialista en Informática para la docencia. Expresidente de la Asociación de Cronistas Taurinos ASTAUROS. 
  • Andrés Buriticá: Presidente de la Peña Taurina Infantil - Juvenil “Los Erales” y estudiante de cuarto semestre de Medicina de la Fundación Universitaria San Martín. 
  • Nathalia Zúñiga: Destacada estudiante de Segundo Semestre de Derecho de la Pontificia Universidad Javeriana Cali. Aficionada taurina. 
EN CONTRA DE LA FIESTA BRAVA:
  • Doctor Carlos Andrés Echeverry Restrepo: Docente del Departamento de Ciencia Jurídica y Política de la  Pontificia Universidad Javeriana Cali. Administrador del Medio Ambiente de la Universidad Tecnológica de Pereira y Abogado de la Fundación Universitaria del Área Andina, especialista en Docencia Universitaria, magíster en Derecho de los Recursos Naturales. 
  • Ricardo Caicedo: Activista Ambiental y fundador de la Fundación Defensa Animal Cali. 
  • Paola Fernández: Estudiante de segundo semestre de Filosofía cursando además primer semestre de Psicología en la Pontificia Universidad Javeriana Cali. Integrante de la Fundación Defensa Animal Cali. 



Artículo en defensa de la Fiesta Brava

El siguiente artículo fue enviado por el Estudiante Javeriano de sexto semestre de Derecho, Juan Sebastián Gómez Aristizábal. Agradecemos su participación haciendo una mención especial a su interés por querer hacerse partícipe en el Debate Taurino. 


DEFENSA DE LA CULTURA TAURINA

¿Qué la tauromaquia es inhumana? Lo es, tanto como también lo es tener un perro de mascota o tener cualquier otro tipo de relación con un animal, pues a simple vista –y en el sentido correcto de la palabra– se sabe que cualquier trato que involucre en una parte a algo que no sea humano, por simple lógica es inhumano. Luego vienen a decirme que la fiesta brava es una tortura y que los que la observamos somos unos sádicos. ¡Faltaba más! Respecto al sadismo ¿acaso no fue lo suficientemente clara la OMS al definir que es el sadismo, y decir que esta es una conducta meramente sexual? Ahora bien, lo de tortura, eso es lo menos aceptable, pues los registros históricos nos muestran que el toro jamás se encuentra en ese aparente estado de indefensión que argumentan los grupos que están en contra de este arte, pues en el ruedo han muerto más de 100 toreros en el último siglo, sin contar los miles de heridos que se provocan constantemente. En este punto cabe resaltar el caso del diestro jerezano Juan José Padilla, quien sufrió una lesión grave en su rostro producto de una cornada el 7 de octubre de 2011 en Zaragoza.

Adicionalmente considero que es necesario tener en cuenta que en Colombia ya se ha reconocido a los eventos taurófilos como tradiciones culturales e históricas arraigadas en grupos sociales determinados, tanto como las danzas de orígenes africano en otros lugares, o las expresiones culturales indígenas en otras latitudes, esto a raíz de la sentencia C-666 de 2010 donde la Corte Constitucional permite los festejos mientras nos e use el pretexto del arraigo cultural para iniciar nuevas ferias taurinas. Por otra parte, los grupos anti-taurinos emprenden acciones encaminadas a expresar sus opiniones de manera libre, pero lamentablemente crean mitos sobre la fiesta brava que no pueden ser confirmados pero sí desmentidos, como el supuesto maltrato previo que se le da al toro antes de entrar al ruedo o las infundadas reacciones que dicen tiene el toro al entrar a la lidia. Considero que si se va a efectuar un debate donde cada una de las partes, a favor o en contra, este deber hacerse de manera responsable y argumentando con hecho y no meras suposiciones que se contradicen algunas veces entre sí, como suelen hacer los anti-taurinos.

También considero importante que se tengan en cuenta datos estadísticos que comparen la asistencia a las protestas anti-taurinas frente a la asistencia a las plazas de toros, tanto del país como de otros lugares donde se celebra, puesto que la diferencia entre los primero que no superan los cientos se contrapone a los taurinos que son miles que colman los tendidos año a año. Yendo más a fondo en el tema creo que se debe respetar la decisión libre de una persona a asistir al evento, así como otras personas son libres, como lo expresó Mario Vargas Llosa en su columna del diario El Comercio, de preparar en sus casas crustáceos que se suelen cocinar vivos, o de consumir carnes que provienen de granjas industriales donde los animales viven en hacinamiento y son sacrificados de manera lamentable.

Fuera de lo anterior, y al efectuar un análisis de la tendencia mundial, mientras se vanagloria la prohibición de corridas de toros en Cataluña, acto meramente político que busca separar la identidad cultural de esa región del resto de España, otras localidades, más de 600 en concreto, han brindado sus festejos taurinos por considerarlos Patrimonio Cultural Inmaterial. 

Realizado por: 

Juan Sebastián Gómez Aristizábal
Celulares: 3128660732 - 3183909136




miércoles, 2 de mayo de 2012

Preguntas Debate

Nuestro debate es participativo e incluyente, por ello invitamos a que los interesados en plantear preguntas para que les sean formuladas a los integrantes del debate nos las hagan llegar de modo tal que ellos les puedan dar respuesta. Agradecemos colocarlas a modo de comentario en ésta entrada o enviarlas a:

jaramillosebastianv@hotmail.com
sebasj_92@hotmail.com
sajaramillo@javerianacali.edu.co
Twitter: @sajaramillo

Es la gran oportunidad. Recuerden además que el día del evento existirán amplios espacios para escuchar el público asistente. 

jueves, 26 de abril de 2012

En defensa de la Tauromaquia

Nuestro Debate Taurino vincula jóvenes y adultos alrededor de una temática controversial. Por ello, en ésta ocasión el Señor Pablo Guerrero nos comparte su aporte, destacando que el mismo fue  enviado semanas atrás al Periódico El País. Agradecemos al autor y los motivamos a que se animen a escribir sobre un tema que genera amores y desamores. 



 Un espectáculo alrededor de la vida
Por: Pablo Guerrero C

“Muy probablemente la muerte es la mejor invención de la vida.” O también: “Recordar que van a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienen algo que perder. Así no hay ninguna razón para no seguir a su corazón.” Son frases de Steve Jobs en su famoso discurso de Stanford. Dramáticamente simples para evidenciar que es la muerte la que le da el sentido a la vida. Es saber que nos vamos a morir lo que nos hace soñar, luchar, crear e incluso hasta tratar de trascender. Es la muerte la que nos hace vivir.

El máximo nivel de este sentido de la vida es precisamente cuando se llega al punto de arriesgar la vida o incluso ofrecerla por aquello que valió nuestra existencia. Nada mas fuerte, nada mas puro, nada mas libre, nada mas sublime que ese sentido de la vida que fue capaz de llegar hasta la muerte. Ese astronauta que arriesgó por conquistar la luna, ese bombero que ofrendó su vida salvando una persona o ese militar que murió defendiendo su patria. No pudieron vivir mas.  Es que mas vida que esa no se puede. Son las personas que han dado todo las que han marcado la diferencia en múltiples campos como la ciencia, el arte, la literatura, la música y demás.

En el arte si que es cierto.  Es maravilloso pararse ante un Picasso. El arte de los que vivieron a plenitud llega al alma. Murió hace años y sigue vivo.  Lo mismo pasa con muchos: Mozart, Beethoven, Velazquez, Queen, ABBA, y demás. Sin embargo, en ninguna de las artes esta tan presente este sentido de la vida como en la tauromaquia.

Empezando porque es arte que se crea entre dos y por eso requiere una relación especial.  Esa relación de toro y torero difícil de entender pero tan real. Esa relación en donde ambos saben que existen únicamente gracias a las corridas de toros. Esa relación en la cuál ambos están dispuestos a morir y sin embargo, no son enemigos. Son cómplices y entre los dos se han puesto de acuerdo para crear esa obra de arte por la cuál valió la pena su existencia.

Solo con esta relación se puede crear arte arriesgando la vida. Solo así desaparece el miedo y se puede torear tan despacio y tan lindo.  Solo así llegan esas faenas en donde toro y torero parecen bailando acompasados en una armonía que hace llorar de emoción. Es tan bello y tan suave lo que están creando juntos que a la violencia le da pena presentarse y el peligro no aparece. Se siente tanto la vida que a nadie le importa estar cerca de la muerte. Ningún arte mas real. Es un espectáculo alrededor de la vida.

Y en donde más claro el sentido de la vida sino en una faena. Una faena que en menos de 20 minutos ya no existe.  Se acabó y no vuelve nunca más. He ahí el grado sumo de su valor. Esa obra que crearon Manzanares y aquel toro de Ernesto González, esa belleza de faena inolvidable ya no está. Como diría la propaganda, Un Picasso vale 5 millones de dólares, un disco de Juanes en itunes vale $20,000, pero haber estado en Cañaveralejo ese 2 de enero de 1986, no tiene precio.

Una pena lo que está viviendo la tauromaquia en la actualidad. Una pena que la política juegue con algo que debería ser patrimonio cultural de la humanidad. Que fácil es agitar esa bandera de la protección de los animales para en realidad truncar esa libertad, esa capacidad de crear y de sentir que es la verdadera vida. Duele pensar que estos movimientos por acabar la tauromaquia terminen por extinguir una especie de toros hermosos que únicamente existen por las corridas. Confiemos en que al final triunfe la vida.

Artículo Antitaurino


Un artículo que posee un nuevo enfoque acerca de la Tauromaquia y su relación con el Medio Ambiente. Esperamos sus comentarios.

Lucha antitaurina: Otra forma de desvirtuar la verdadera lucha ambiental que necesitamos


La Fiesta Brava no es un símbolo de bondad del ser humano, es una expresión de la violencia natural que hay en nosotros, sin embargo, ésta misma lucha le hace más daño a la verdadera lucha ambiental que debemos emprender. La primera, simplemente hace sentir bien a aquellos que toman su bandera, les quita el peso de asesinar la vida de nuestro planeta a muchos. Mientras que otros, después de una ridícula marcha, se sienten bien, como si contribuyeran con nuestro entorno natural. Garrafal error, esto solo es un sofisma de distracción (Como lo fue en su época la sexualidad de los ángeles), que aparta nuestra fuerza de lucha de los verdaderos problemas (En este caso hablemos solo de los ambientales) contra los que si hay que pelear.

No recuerdo cuando fue la última vez que salieron los jóvenes colombianos a protestar por la explotación del Coltán en el áfrica (Una guerra que ha costado miles de vidas humanas y en la que la extracción en el Congo, depende 100% de la esclavitud; una guerra que ha costado millones de hectáreas de selva, cientos de ríos contaminados y solo Dios sabrá que más atrocidades), material del que se obtiene el tantalio que sirve para hacer los condensadores que se utilizan para construir los computadores y móviles que en este momento están usando para leer este mensaje.

Pero es cierto,  no vayamos tan lejos. ¿Cuándo fue la última marcha en las ciudades contra la explotación del oro? ¿Sabían que el oro que ya fue extraído por la humanidad es suficiente para suplir la necesidad durante mas de mil años?... Claro, se extrae oro para suplir una necesidad que realmente no existe: Una fundada en joyas y lujos. Continuando, ¿Sabían que para extraer el oro, es necesario utilizar cianuro entre otras sustancias nocivas para la vida y que éstas por obligación tienen que ir a los ríos cercanos a la mina?, ¿Cuándo fue la última vez que evitaste que tu o tu familia compraran oro? Bueno, para aquellos que ven la tortura como el problema (Entre los que se cuentan muchos estudiantes de Ciencias Naturales), también me gustaría saber ¿Cuándo fue la última marcha en contra de las disecciones de sapos u otros animales vivos en la facultad de biología más cercana a ustedes? O mejor aún ¿Cuándo fue la última marcha en contra de las empresas de fumigación?, ¿Acaso es más valiosa la vida de un toro porque es más grande que un ratón?.

No podemos negar que la tauromaquia suple la necesidad de diversión de muchos seres humanos. ¿Por qué satisfacer la necesidad de curiosidad es superior a satisfacer la necesidad de diversión?. No me gusta la tauromaquia, no vengan los taurófilos a hablar de no a la violencia, amo la vida en cualquiera de sus hermosas expresiones y lo que hace ésta causa es apartar el capital intelectual y de lucha de las personas en torno a la verdaderas razones que amenazan la vida sobre la tierra.

Por eso les digo, ¡VIVAN LOS ARRECIFES DE CORAL!, ¡VIVAN LAS SELVAS Y LAS MONTAÑAS!, ¡VIVAN NUESTROS MARES Y OCÉANOS!, ¡NO A LA PESCA INDUSTRIAL!, ¡NO MAS SELVA DE CEMENTO!. Si realmente quieren colaborar van a tener que esforzarse más, salvar al planeta no solo es salir un domingo a amargarle la vida a las clases sociales en el poder. Salvar al planeta es SER LA GENTE DE LA CONSERVACIÓN. 

Felipe Alejandro Rincón Méndez.
Ingeniero Electrónico. Especialista en Bioingeniería
Docente Universitario - Universidad Militar Nueva Granada


Opinión sobre la columna "A Favor De La fiesta brava"


El Estudiante de Ciencia Política y Filosofía Luis Felipe Barrera Narváez nos ha enviado el siguiente artículo en respuesta al texto "A Favor de la Fiesta Brava" escrito por la estudiante de Derecho Nathalia Zuñiga y el cual fue difundido también por este medio. Agradeciéndole al autor y de acuerdo a su solicitud, nos permitimos publicarlo con el fin de nutrir el debate. 

Opinión sobre la columna "A Favor De La fiesta brava"

Primero, debo confesar que me siento complacido por este espacio de expresión, abierto a todos los jóvenes que estén interesados en alzar su voz y promover el flujo de opiniones en un espacio democrático. ¡Enhorabuena por la iniciativa!

No me considero taurino o anti taurino. Nunca me he puesto esas camisetas. Pese a ello, voy a expresar mi opinión al respecto, porque es uno de esos debates que por su sensibilidad, suelen irritar las pasiones y enturbiar los argumentos de unos y otros. 

La autora del texto “A favor de la fiesta brava” expresa cierto agotamiento y frustración porque las acusaciones contra los amantes de la tauromaquia le saben a injusticia. Los reproches son lanzados por una sociedad "vociferante" y a la que le encanta señalar con el dedo índice (el justiciero, el mismo con el que se aprieta el gatillo) a aquél acto que ella denomina "la más fiel representación de la vida y de la muerte". 

Estamos desacuerdo en que el debate sobre la tauromaquia no debería ser la prioridad en una sociedad como la nuestra. Prioridades dentro de la opinión pública deberían ser la pobreza, la desigualdad, la ausencia de educación y cultura para nuestros jóvenes, la corrupción y la crisis de representatividad política, la pobre participación política de nuestros ciudadanos, entre otros temas que lastiman hondamente a nuestra democracia. Lo idóneo sería que, en caso de que se hable de estas prioridades acerca del desarrollo humano, se hable sin amarillismo, sin superficialidad o incontenibles sesgos políticos. Absurdo que se siga hablando del escándalo de las prostitutas y los agentes del servicio secreto. Sencillamente son pendejadas. Pero esos son nuestros medios. En este punto estamos en el mismo bando. 

Ahora bien, cuando la autora afirma que la fiesta brava constituye una representación de la vida y de la muerte, ahí ya algo deja de sonarme a melodía. ¿Es este espectáculo una re - presentación o realmente es una presentación a secas de la vida y de la muerte? La vida y la muerte del toro se entiende, y en algunas dolorosas ocasiones del torero. En la "fiesta brava" no hay una mediación entre el hecho en sí de la muerte y la vida del toro o torero, y otra puesta en escena que vuelva a presentar, como un actor que re-presenta a Don Juan en la comedia de Moliere sin ser él mismo Don Juan. Representación de la vida y la muerte sería un lienzo de algún pintor virtuoso que simbolice a estos estados o ideas que agobian a la humanidad. Si al toro no lo mataran, si acaso solo re-presentaran a la muerte en sí, sí admitiría que es una representación. Pero esto no es lo que sucede y, según entiendo casi siempre, la muerte del toro es una realidad contundente. De aquí que considere que no sea una representación de la vida y la muerte, como se dice, sino una brutal y palmaria exhibición de la vida y la muerte. Si simularan matar al toro y en realidad no lo mataran, concedería que es una representación. 

Luego, la autora del texto exige un interlocutor “competente” en la materia. ¿Qué necesita? ¿Alguien que ame a la fiesta brava igual que ella? O a alguien más docto, ¿Un filósofo moral o un esteta? ¿Un biólogo evolucionista? ¿Un veterinario especializado en bovinos?  Con el argumento de la incompetencia del interlocutor se lo pretende deslegitimar inútilmente, como cuando un experto en unicornios o hadas madrinas se niega a debatir porque no hay un par como él, con estudios pos doctorales en mundos imaginarios.  Es el gemido adolescente del “nadie me entiende”.  “No se ama lo que no se comprende” dice. Muy teológico el asunto.  Y aparte de eso, la autora “compadece” a los anti taurinos. Reitero, ¡qué virtudes teologales tiene para sentir lástima o pena por la desgracia y el sufrimiento ajeno! Bienaventurados, los han sido iluminados por los rayos celestiales del evangelio taurófilo. A quien escribe el texto de seguro sí le iluminaron. Bendita. 

Si es de complacerse por la lucha por “sobrevivir”, es mejor verse un documental de National Geographic, leer libros de historia natural acerca de la evolución de las especies y comprender que la guerra por la supervivencia es más antigua que el mismo hombre; puede sumergirse en los relatos de náufragos, como la deliciosa novela Robinson Crusoe de Daniel de Foe, que vea las series “Born Survivor” o LOST, ojee los relatos de los secuestrados de las FARC, en fin, puede recurrir a una infinidad de posibilidades moralmente más altas que recrearse ante el derramamiento de sangre público de un animal. La fragilidad del ser humano se ve todos los días en todos los escenarios. Errores, guerras, enfermedades, etc. Es tan frágil que para mostrarse valiente se enfrenta a otro animal… Y aplauden. 

Sobre el carácter artístico no me extenderé. De lo poco que sé de la historia del arte y la estética,  sé que para la posmodernidad casi cualquier expresión humana puede contemplarse a partir de su contenido sensible como arte. La danza del torero y el juego de manos con el capote es, a todas luces, una bella labor. Lo es también defecar en latas y regalarlas, o arrastrar un bloque de hielo por las calles comunicando un mensaje implícito sobre la forma en que se diluye nuestra vida mientras la llevamos a cuestas. Distinto era para los modernos, cuando el arte era más elevado y estaba expresado en las obras que reposan en los museos. El artista era un ser alumbrado y casi divino. Hoy, arte es cualquier cosa. 

La tradición taurina así como muchas se lleva en la sangre. Ser hincha del América o del Cali también. Antes se definía “por sangre” la pertenencia a un partido político. El destino de una nación también. El emperador era el “dominus mundi” por sangre heredada de sus predecesores. Y por la derramada en su nombre también.  Afortunadamente hoy los alcohólicos no definen su amor por el licor porque venga heredado (aunque suele pasar y aunque lo lleven en la sangre). Por el hecho de que algo sea una tradición no debe considerarse que sea conveniente  para la sociedad. El racismo y el machismo también eran tradiciones, y no creo que alguien sensato las reivindique porque “siempre ha sido así”. 

La conversión de la autora remarca el carácter teológico de este debate, no es cuento mío. Ella afirma que cambió de postura, se convirtió en taurófila cuando caminaba por el sendero de la herejía a sus tiernos ocho añitos. Sencillamente no creía.  Ella se convirtió, sí. Pero nada de lo que la llevó a cambiarse de bando, de anti taurina a amante de los toros, puede permitirle a otros acreditar su conversión. Mucho menos seguirla. Sencillamente pasó. Punto. Bien por ella. Un amigo mío cree que el fin del mundo está cerca y que el presidente Obama es un marciano encubierto. Lo envidio. 

Las tradiciones por más que reivindiquen las creencias de muchos (como el racismo en el Aparheid sudafricano) no implican necesariamente que beneficien o sean moralmente deseables para una colectividad. Hay tradiciones bárbaras para nuestro esquema mental y que gradualmente fueron derribadas. Quedarán en los anaqueles de la historia (ojalá), la tortura, el racismo, el machismo, La Inquisición, la pena de muerte, algunas monarquías despóticas, la esclavitud, entre otras prácticas tradicionales. 

Que perdure la fiesta brava porque el toro de lidia se puede extinguir si se termina con la fiesta, es una falacia. Que lo etiqueten como especie protegida, lo lleven a zoológicos o a una reserva natural para que nuestros hijos los puedan seguir apreciando con toda su corpulencia y pujanza. Así perdurará por los siglos de los siglos. Sobre la suerte del torero que, supuestamente está en manos del toro, lo dudo. No creo que el hombrecillo luminoso sea carne de cañón porque lo obliguen como a los gladiadores de la antigua Roma para expiar sus culpas. La suerte del torero está en sus manos, como la de todos los seres humanos serenos y prudentes. Querer demostrar el valor frente a una animal es, sencillamente, no tener mucho por lo que verdaderamente valorarse. O en su defecto, creer que se es valiente porque un hombre se burla de la fuerza de la naturaleza es tener una versión empobrecida y oxidada del valor. 

Acepto este concepto de valor para la prehistoria, la revolución agrícola y la edad clásica. ¿Pero dárselas en pleno siglo XXI de Hércules (quien mató a varios leones con sus manos según cuenta la mitología) porque se melea a un toro con un mantel rojo? Valiente quien libera a un pueblo de la ignorancia y la esclavitud con su vida y obra. 

Al final del texto la autora se desespera y se esconde detrás de su dogma. Reafirma que su creencia es “indiscutible” y que ninguna razón “hipócrita” y “amoral” de los anti taurinos la hará cambiar de parecer. El creyente acorralado que ve flaquear su fe también huye desesperado y aprieta los puños, calientes y llenos de sangre. Sencillamente ella porfiada “no cambia de opinión”. Al final del texto sucumbió el hilo sereno del argumento en el embravecido mar de las pasiones y las creencias extremas. 

Cuando observo esto en un anti taurino, es decir, valores duros y conservadores, un tufillo de intransigencia y superioridad, y que sucumben con facilidad al imperio de sus pasiones, es cuando dejo a un lado la camisa de los taurinos. Sencillamente considero que esa tradición es desagradable y retrógrada por el deplorable espectáculo alrededor de la muerte y el sufrimiento animal, ubicando al hombre como señor que puede disponer de las demás especies como le plazca según su minúscula concepción del honor, (así digan que el rey es el toro y como los malos reyes muera decapitado ahogado en su propia sangre). Y si este ensangrentado espectáculo lo ven niños, peor aún. La fiesta brava es sórdida y brutal, como los combates de los gladiadores en la antigua Roma, donde el dolor y la violencia se convertían en una mística que excitaba hasta la depravación a sus espectadores. 

Pese a todo lo anterior, considero que este penoso espectáculo debe extinguirse por el simple efecto de que nadie asista a las corridas o porque la misma ciudadanía en un acto democrático decida eliminarlo. A los taurinos les reconozco la visión estética que tienen sobre la fiesta brava. Al fin y al cabo una concepción estética y mística puede derivarse de casi cualquier vivencia inclusive de la guerra o el fútbol.  Sin embargo, esto no es suficiente para aceptar como conveniente para una sociedad democrática, una práctica que se funda sobre la muerte y el sufrimiento animal. 

Luis Felipe Barrera Narváez
Delegado estudiantil
Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales
banalufe@hotmail.com
Ciencia Política y Filosofía